martes, 15 de junio de 2021

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Cualquier aficionado a la simulación de vuelo ha entrado en debates que son repetitivos y que jamás tienen una conclusión porque están basados en opiniones e impresiones particulares que son todas válidas, cada cual simula a mayor o menor nivel según su gusto personal.

Hay quien simula VFR (yo mismo hasta hace unas semanas) y hay quien sin experiencia alguna programan FMC de Airlines cruzando el charco pero no saben mirar una manga de viento. Otros simulan siempre offline y otros no entienden la simulación si no es online. Y como estos, hay debates y gustos de todos los colores.

Personalmente no me gusta programar un FMC y pasar la mitad de tiempo de vuelo viendo un “video” por lo que el VFR parece ser mi opción ideal. Pero en redes de vuelo cuando hay un evento de cierta importancia los VFR pasan a ser una opción secundaria en los ritmos de entradas y salidas de los CTR por lo que para ser uno mas en el espacio aéreo debo tender hacia el vuelo instrumental.

También tengo un hándicap, la lengua inglesa, tan útil en las redes de vuelo que la domino a un nivel que me permite comunicarme en mi trabajo, en especial leída y escrita, pero reconozco que lo de hablarla me viene cuesta arriba y según con que acentos escucharla me es difícil distinguirla del Klingon

Interpretar una carta también era un problema para mí, las VFR me costaron poco entenderlas pero las IFR ya son harina de otro costal.

Así pues, en mi transición del VFR al IFR tomé la decisión de usar una aeronave que me permita volarla prácticamente a mano, con uso del piloto automático al mínimo, que pudiera volar IRF al tener instrumentación de sobra y además hacer unos vuelos que me permitieran practicar con las lenguas, cambiando las cartas en cada vuelo y volando de modo que salga de mi zona de confort (LEVC, LEIB, LEAL, LELT)

El avión elegido es el TBM 930 de serie del MSFS2020

En días pasados, aprovechando un examen de APP en VATSIM, hice un vuelo LEVC (Valencia) a LIEA (Alghero-Fertilia, Isla de Cerdeña en Italia) y pensé ¿Por qué no ir mas al este? Me planteé dar una vuelta al mundo.

Unos días después, lo comenté con otro compañero y me dijo ¡Buena idea, voy contigo! Seguimos hablando y me propuso eliminar la línea recta hacia el este y bajar hacia la India, Indonesia y subir por el sudeste asiático.

En las paginas de este blog, encontrareis las crónicas de los viajes. 

En la columna de la derecha encontrareis una breve reseña de cada ruta y lo mas importante, el plan de vuelo elegido. 


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